Francisco López Alfaro
Francisco Javier López Alfaro nació en Osuna el 1 de noviembre de 1962 y es uno de los jugadores más importantes de cuántos han salido de la cantera blanca.
El meditó en los escalafones inferiores del Sevilla FC hasta que en la temporada 78-79 pasó al equipo juvenil y de ahí, enseguida –tras un año de cesión--, al primer equipo, con el que debutó en 1980 con dieciocho años. Permaneció en el primer equipo del Sevilla un total de 9 temporadas, hasta 1990.
Jugaba de centrocampista. Disputó en Liga con el Sevilla FC un total de 257 partidos. En la Copa 29 y en la Copa de la UEFA, 8. En total: 294 partidos de competición oficial con el equipo blanco.
Su enorme calidad técnica y su excelente visión del juego le otorgaron desde muy pronto los favores de la afición nervionense. Disponía, además, de una más que respetable capacidad para hacer goles, tanto con disparos colocados como con la cabeza.
Con la llegada al banquillo de Manolo Cardo el canterano se hizo con uno de los puestos fijos en el medio del campo sevillista y desde esa posición dirigió y organizó con una maestría indiscutible el juego del equipo. El técnico de Coria del Río, a quien algunos achacaron poca brillantez, supo sin embargo confiar y otorgar la batuta del equipo a un jugador joven y técnico como Francisco.
La apuesta del canterano salió a las mil maravillas y el equipo retornó a la Copa de la UEFA tras más de diez años de sequía continental. A pesar de demostrar una extraordinaria valía, la llegada al club de Vicente Cantatore en la temporada 1988-89 relegó injustamente al cerebro sevillista a la suplencia. Francisco, con el que no contaba para la titularidad el técnico chileno, decidió hacer las maletas y marcarse a Barcelona, donde fichó por el Espayol.
El jugador de Osuna fue internacional 20 veces con la Selección Española Absoluta –además de muchas otras en categorías inferiores-, siendo el debut en un encuentro disputado frente a Islandia en La Rosaleda, cuando salió al campo en sustitución de Rafael Gordillo.
El inolvidable Miguel Muñoz también supo ver en el sevillista unas magníficas cualidades y no dudó un momento en contar con él para citas importantes. De este modo, Francisco consiguió con la elástica nacional el subcampeonato de Europa de selecciones en Francia’84 y estuvo presente asimismo en la fase final del Campeonato del Mundo de México’86.